QUEMASEM

El aceite, producto estrella de la dieta mediterránea, es un pilar fundamental en la economía cordobesa y modo de vida de miles de familias. El reconocimiento internacional del que disfrutan las denominaciones de origen que se reparten a lo largo y ancho de la geografía cordobesa lo han convertido además en un puntal básico en el capítulo de exportaciones, no sólo de Andalucía sino del resto de España. Es por ello por lo que los empresarios se afanan en la búsqueda del mejor centro de operaciones, un eje logístico para distribuir y comercializar el también llamado oro líquido. Todo ello bien acompasado además con unos óptimos procesos de selección de la aceituna e infraestructuras adecuadas y modernas para su producción.

El parque empresarial de Las Quemadas se ha convertido con el paso de los años en uno de esos lugares a los que apuntan los empresarios del sector.

Hay firmas que eligieron Las Quemadas simplemente para envasar y vender, pero también hay otras que van más allá y tienen en esta zona tanto la almazara como el centro de recepción de aceitunas, frutos que provienen de los principales productores de Andalucía: Sevilla, Jaén y la propia Córdoba.

Arbonaida ha sido una de las últimas aceiteras en aterrizar en Las Quemadas. Llegó en 2012 y en los casi cuatro años que han transcurrido desde que levantó la persiana, ha logrado mejorar su rendimiento productivo y diferenciarse de la competencia por sus aires renovados. Su aceite es una especie de “verso suelto”, gracias en parte al buen trato a la aceituna –procedente de Santa Cruz- y el gran número de iniciativas que han desarrollado, como el asesoramiento del chef Periko Ortega a la hora de buscar nuevos productos “sin perder la esencia ni las cualidades”.

Olisur es otro buen ejemplo entre las empresas de Las Quemadas que se dedican a producir aceite de oliva virgen extra. Este año celebran su vigésimo aniversario desde que llegaron a este parque empresarial, el de mayor superficie de toda la provincia. Ellos disponen de una almazara, una “gran ventaja”, a su juicio, con vistas a prestar un buen servicio a los clientes. En su caso, y a diferencia de Arbonaida, su fuerte no es la exportación. Se dedican al hostelero y al pequeño comercio en menor medida, si bien realizan algunos envíos a otros puntos de España.

Envasadores y comercializadores

En el caso de Olimax, otro de los exponentes aceiteros de Las Quemadas, trabajan en un escenario distinto. No son productores, sino envasadores y comercializadores, lo que contribuye, en todo caso, a generar una notable oferta aceitera en Las Quemadas.

Parece claro, a tenor de estos tres ejemplos, que Las Quemadas constituye hoy por hoy un espacio de grandes oportunidades para el sector del aceite. Salvo la recolección -que queda muy cerca- todo es posible en este parque empresarial. Los empresarios dan buena fe de ello.

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